top of page

Rabí Idi contaba:

 

Sucedió una vez que una mujer de Sidón vivió con un hombre durante diez años sin que ella le diera ningún hijo. Siendo la ley que se aplicaba en tales circunstancias, fueron a rabí Simeón bar Yojav para divorciarse.

El Rabino les dijo: << ¡Por vuestra vida! Lo mismo cuando os casasteis celebrasteis un banquete, tampoco ahora debéis divorciarnos sin festejarlo>>.

Ellos le siguieron el consejo del rabino y prepararon una gran fiesta, en la cual la mujer dio a beber a su marido mas de lo habitual. Cuando él se sintió ya muy bien, dijo a su mujer: <<Hermanita, Puedes llevarte de mi casa lo que mas te guste, y luego regresa a casa de tus padres>>.

¿Qué hizo ella? Cuando él se quedo dormido, mando a sus criados y criadas que lo llevaran a él, y la cama en que dormía, a casa de su padre.

A media noche se despertó él hombre. Cuando le hubo abandonado la embriaguez del vino, él hombre miro asombrado a su alrededor y dijo: <<Pero ¿Dónde estoy, Hermanita?>>.

<<Estas>>, Respondió ella, <<En casa de mi padre>>.

<< ¿Y qué hago yo en casa de tu padre?>>.

Respondió ella: << ¿No recuerdas que ayer por la noche me dijiste que podía llevarme lo que más me gustase cuando regresare a casa de mi padre? ¡Nada en el mundo me gusta más que tú!>>.

Entonces volvieron juntos a rabí Simeon Bar Yojav. El oro por ellos; y la mujer quedó embarazada.

 

De Cantar de los cantares Rabbah 1,4,2.  

El Divorcio Frustrado

bottom of page